El síndrome manos-pies (eritema palmoplantar) durante la quimioterapia
¿Qué es el síndrome manos-piés que aparece durante la quimioterapia?
Puede empezar como una sensación de hormigueo/calambres, enrojecimiento de la piel, picores, adormecimiento en las palmas de las manos y/o plantas del pie que puede avanzar a hinchazón y rojez con sensación de dolor. Si al experimentar estos síntomas no hay cambios en el tratamiento de quimioterapia, pueden llegarse a crear ampollas en las palmas de manos/pies hasta infectarse, llegando a ser muy doloroso.
Es muy importante avisar a su médico al observar estos síntomas. El síndroma manos-pies se sucede (mayoritariamente) durante las primeras semanas de las sesiones de quimioterapia.
¿Qué hay que evitar si desarrollamos el síndroma manos-piés?
- Evitar actividades que causen fricción o incluso una ligera presión en manos/pies: como lavarse fuertemente, sostener objetos, conducir, caminar por un periodo prolongado.
- No aplicar vendajes o tiras apretadas
- Evitar usar guantes, calcetines o zapatos demasiado apretados, joyas. Usar ropa suelta y cómoda, zapatos suaves y sueltos con suela acolchada
Aspectos esenciales: qué hacer para proteger y aliviar el síndrome manos-pies:
- Al ducharse, hágalo con agua tibia, no caliente
- Levantar sus piernas con cojines con la mayor frecuencia posible
- Hablar con los médicos sobre qué medicamentos le pueden ayudar: analgésicos, vitamina B6 para prevenir el hinchazón, corticosteroides
Un plus de ayuda:
Colocar palmas o plantas en una bolsa de hielo durante 15-20 minutos para aliviar el dolor temporalmente.
Poner en remojo manos y/o pies en un recipiente con agua fría durante 15 minutos, 3 o 4 veces al día si es posible.
¿Qué fármacos son los responsables / Citotóxicos?
- 5-fluorouracilo (5-FU, Adrucil)
- Capecitabina (Xeloda)
- Doxorrubicina liposomal (Caelyx)
- Docetaxel (Taxotere)
Y recuerde avisar a su médico si nota hormigueos, enrojecimientos, rojeces, hinchazón, o dolor en palmas y plantas. Su médico puede parar la quimioterapia por un determinado tiempo para dejar que la piel se cure. O bien reducir la dosis de fármacos para ayudar a combatir el malestar o curarse más rápidamente.