Linfedema: una secuela que se puede evitar
El linfedema, una secuela que se puede evitar
Muchas de nosotras tenemos miedo a desarrollar un linfedema después de que nos quiten los ganglios. Aunque nos lamenta informarte que la prevención y el tratamiento precoz no son habituales, y eso nos entristece mucho!
Desde la Asociación Española del Linfedema nos insisten en la importancia de la prevención y el tratamiento precoz. Si has sido intervenida de una mastectomía, este blog te interesa. Y si además te han extirpado los ganglios linfáticos y te han hecho radioterapia, todavía mucho más.
¿Qué es el linfedema?
¿Siempre que hay una mastectomía se puede producir un linfedema?
No todas las pacientes con mastectomía tendrán un linfedema, pero sí todas las pacientes con cirugía bajo la axila podrían desarrollarlo. Cuando aparece, lo hace poco a poco, por lo que es esencial conocer los primeros síntomas para poder paliarlo al máximo.
Qué és lo que te puede estar ocurriendo si empiezas a sentir....
- Una sensación de tirantez en la piel, un incremento de volumen en la zona intervenida (axila, brazo, busto)
- Debilitamiento, molestias o malestar en la zona operada (mama, brazo, etc)
- Empiezan a marcarse el reloj o pulseras que llevas en la muñeca, anillos en los dedos, o bien el sujetador.
Si experimentas estas señales, estás comenzando a desarrollar un LINFEDEMA.
¿Cómo se puede prevenir?
Con un plan de prevención que realizan los fisioterapeutas especializados en fisioterapia oncológica y patología linfática. Consistirá en realizar un buen tratamiento post-operatorio que abarca las cicatrices, músculos, articulaciones, ejercicio y drenaje manual de la linfa.
¿Qué debemos hacer si creemos que podemos tener un linfedema?
Visitar un profesional de la fisioterapia oncológica y linfedemas. También debes consultar a tu médico oncólogo.
Actualmente, conocemos un procedimiento llamado “Método Godoy” que puede llegar a lograr en el 90% de los casos revertir el linfedema si se trata a tiempo aunque no curarlo.